Los transgénicos son organismos vivos genéticamente modificados (OGM). Así, durante los últimos años, algunas empresas han desarrollado distintas variedades de semillas que, en laboratorio, han sido diseñadas bajo el pretexto de "asegurar alimento para el mundo". Irónicamente, dichos alimentos han demostrado tener efectos negativos en la salud de los consumidores. A pesar de esto, se encuentran ya en prácticamente todos los alimentos procesados que se puedan encontrar en el mercado: alimento para bebés, confituras, aceite, pan, frituras, entre muchos otros. Adicionalmente, las empresas bio tecnológicas encargadas de crear los OGM, crean un aparato legal verdaderamente destructivo en el ámbito social en cada país donde se promueven. En México por ejemplo, antes de su liberación al campo, se creó una ley de semillas que prohíbe el intercambio de granos entre campesinos, hábito sumamente arraigado en las áreas rurales. Así, los campesinos que siguen la tradición, se convierten en criminales ante el gobierno. Los posibles daños medio ambientales de este tipo de organismos tampoco pasan desapercibidos. Para seguir leyendo, haz click aquí >>>